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lunes, 4 de mayo de 2015

LOCALIZANDO LUBINAS (1)

          
.- PLAYAS. Las playas son, quizás, el sitio peor para localizarlas, a no ser que veas a alevines saltar y correr despavoridos, es difícil saber donde se encuentran. Con la mar en calma, los robalos se suelen encontrar básicamente en dos zonas:
.- Bajo el escalón que hay en las orillas, hace esperas hasta que alguna presa le pase cerca y, entonces, se abalanza con gran rapidez sobre ella para darle caza.
.- Otra zona óptima son las pozas que se forman tras los bajos que se unen a la orilla de la playa. Es ahí, donde el agua con el efecto resaca descarna el bajo por su lado más cercano a la orilla y acentúa la profundidad de la misma, el lugar en el que se acumula la comida, siendo una amplia despensa que nuestra amiga la loba no dejará pasar la oportunidad de merodear en busca de alimento rápido y fácil de caputrar.
Con estas condiciones de mar en calma la noche es nuestra mejor aliada, siempre teniendo en cuenta que, por aquí  por nuestras costas del sur, el viento de norte no nos deparará grandes pescatas y será mejor opción buscar otros pesqueros o quedarnos en casa.
Con mar revuelta la cosa se pone más sencilla, donde más rompa la ola, donde esté la mar más blanca, es sin duda donde podrás encontrarlas, ya que pasan desapercibidas para sus presas y, por lo tanto, ahí estarán cazando a cualquier hora del día en cualquier época del año (siendo los meses fríos los más óptimos para su pesca ya que se acerca la época de freza y buscan alimentarse de manera salvaje).



.- ESPIGONES Y ZONAS DE PIEDRA. Los robalos cazan sobre todo al amanecer y durante toda la noche, siendo desde la 01:00 hasta las 05:00 los momentos menos buenos para perseguirlos. Con mar en calma hay que buscarlos entre los pasillos de las piedras, las especies de menor tamaño, intuyen a un robalo metido en un boquete, con observación, verás cómo estos no se acercan a esos boquetes, lanzar entre nubes de lisas, debajo de estas se suelen situar, con mar revuelta. La verdad es que da igual, se mueven por todas partes, pierden el miedo de la espuma, quizá sea por encima de las piedras más altas donde de mejor resultado.




.- PUERTOS HABILES DE PESCA. En los puertos donde se puede pescar, en su interior, viven durante todo el año grandes lubinas, la facilidad de comida les hace continuar allí, y no salen a la mar nunca. Se les localiza debajo de los barcos, bollas o cualquier estructura, como muelles flotantes.
La presentación tiene que ser perfecta, la facilidad de comida les hará en muchos casos rechazar una mala presentación de nuestro cebo. Pescar con alevines vivos será la mejor opción en estos casos, pero cuidado, muchos cabos y trozos de red, harán que enganchemos bastante.
En las puntas de los puertos, justo en la bocana, esperan a medias aguas los desperdicios que arrojan los pescadores al ir limpiando redes.




.- ZONAS CON LUZ ARTIFICIAL. Ya sean playas o roquedos artificiales o naturales, nunca se debe buscar al abuelo de los róbalos, donde pegue la luz directa, en ella habrá muchos, pero pequeños, donde la luz se vuelve tenue y se va apagando, hay sí, esperando en la sombra a las presas que entren y salgan.

 


.- EN ESTUARIOS Y SALIDAS DE AGUA DULCE. Aquí es donde más concentración de depredadores vamos a encontrar, sobre todo lubinas, buscarlos justo donde más se estrecha la entrada del río a la mar. Normalmente, en medio del cauce se forma un canal donde el agua va más rápido, buen sitio este, también es bueno los laterales de las playas a ambos lados de la desembocadura.


 




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